Mi Selmer Mark VI
LIMPIEZA Y CONSERVACIÓN DEL SAXOFÓN.- Por Antonio Juárez Bayón. (03-05-16)
El saxofón, como toda máquina más o menos compleja y el saxofón lo es, necesita limpieza y mantenimiento, para su óptima conservación
y rendimiento. Si el saxofón que tienes es de buena marca con más motivo, porque así te durará muchos más años y hará que tus ejecuciones gocen de buena afinación y de buen sonido.
Una de las cosas que no suelen advertir los profesores de saxofón a los alumnos, es la importancia que tiene el cuidado y mantenimiento del instrumento desde el primer día
en que cae en muestras manos. En mi caso concreto, tras una larga experiencia profesional como saxofonista y profesor, diré que no ha sido así, pues siempre he advertido a mis alumnos de la importancia que tiene la limpieza y mantenimiento
del saxofón, porque además de evitar prontamente reparaciones costosas, se alarga la vida y la calidad del instrumento.
Dada la extensión del tema lo dividiré
en tres apartados principales: La limpieza ordinaria, La limpieza integral y Consejos para su mantenimiento.
Limpieza ordinaria.-
La limpieza ordinaria es la más importante de todas para conservar el instrumento en buen estado. Este tipo de limpieza es la que debe realizarse cada vez que dejamos de tocar, puesto que la saliva es un agente
que produce humedad y suele ocasionar cambios físicos en los diferentes componentes del saxofón al contacto con ellos. Asimismo, con el tiempo puede producir oxido en el tubo o en las llaves, o propiciar el pronto deterioro de las zapatillas,
incluso afectar al sonido, etc. Dentro de este tipo de limpieza hare las siguientes distinciones:
1.- Limpieza interior del tubo.-
Hay opiniones de todo tipo para realizarla, pero al final la que se impone es una muy simple. Consiste en utilizar un trozo de trapo de franela alargado, de unos 15 cm. de ancho u otro tejido similar que absorba y
seque bien la humedad, unido a una cuerda un poco más larga que la longitud del saxo, a cuyo extremo se le pone un contrapeso.
Una vez vaciado el agua depositada después
de tocar en el interior del saxo y quitado el tudel, se introduce el contrapeso y la cuerda por la campana con el fin de que al dar la vuelta al saxo, el trapo salga por el otro extremo. Esta operación, con que se realice un par de
veces seguidas, el tubo quedara prácticamente seco y limpio.
2. Limpieza de las zapatillas.- Cuando las
zapatillas se han impregnado de saliva, deben de secarse introduciendo entre la zapatilla y el oído un trozo de papel parafinado, de arroz, de permanente, o simplemente de periódico, presionando la llave para que sin romper el papel este se pueda
arrastrar hacia afuera con lo que conseguiremos secar y limpiar la zapatilla y el oído evitando así la humedad y que se peguen. Algunos utilizan un líquido especial para esto, pero no soy partidario porque afecta a la zapatilla.
3.- Limpieza del exterior del tubo y de las llaves.- He de decir que el principal cuidado que debemos
de tener es el de no usar nunca productos químicos abrasivos que puedan dañar la plata o el dorado del instrumento, sino una especie de paño de microfibra pasado suavemente por la campana, llaves y resto del tuvo hasta eliminar
restos de saliva, huellas de sudor, etc. Para aquellos lugares más recónditos entre llaves y tubo, si bien la limpieza no ha de ser diaria, si a menudo usando un pequeño pincel suave de unos 2 cm. de ancho o un bastoncito con un algodón
en los extremos, procurando no tropezar en los corchos y fieltros de las llaves a fin de que no se despeguen y se desajuste la combinación entre llaves.
Limpieza integral.-
Este tipo de limpieza, no conviene confundirla con una reparación integral, puesto que esta última
supondría, además de la limpieza, la sustitución de zapatillas, muelles, corchos, lacados. etc.
Así pues, para
poder hacer una limpieza integral y en profundidad, es preciso DESRAMAR TODO el mecanismo del saxofón. Para ello, debemos ser un poco manitas y estar en posesión de un par
de destornilladores tipo relojero, un ganchillo para retirar y poner los muelles y un alicate de punta muy fina, etc. Además, debemos de dotarnos de mucha paciencia y de tiempo, así como de un lugar donde no nos molesten, puesto que cada
una de las llaves que vayamos desmontando ha de colocarse sobre una mesa o espacio amplio por el orden de desmonte junto con sus tornillos o pernios. De tal manera, que la última llave que se quite, será la primera en colocarse al
montarlo de nuevo. Es decir el montaje ha de ser en orden inverso.
Una vez realizada esta operación de desarmado, se procede a la limpieza del tubo y de todas las llaves, con
productos no abrasivos que ya existen en el mercado para los plateados y dorados, como algodones y bayetas mágicas, etc., teniendo mucho cuidado con no despegar los corchos ni fieltros que llevan algunas llaves. Una vez realizada la limpieza tanto
del tubo como de cada una de las llaves y demás, se procede en orden inverso a su montaje engrasando previamente los muelles y tornillos con aceite de máquina de coser. Una vez terminado el trabajo, si lo hemos hecho bien, ha de brillar
y sonar perfectamente nuestro saxofón.
Este tipo de limpieza integral y completa, si realizamos bien la limpieza ordinaria, sólo la tendríamos que hacer
cada 5 ó 6 años aproximadamente, No obstante, opinan algunos luthiers que este tipo de limpieza, debería hacerse más a menudo. Sin embargo, yo opino lo contrario, porque si
hemos hecho la limpieza ordinaria cada vez que dejamos de tocar, el saxofón estará en perfecto estado y no tendría sentido hacer una limpieza integral tan a menudo.
No obstante lo dicho en cuanto a la limpieza integral del saxofón, si no te atreves a realizarla, es preferible que se lo encargues a un lutier. Los dos saldréis ganando, tú y el saxofón.
En cuanto al tudel, la boquilla y la caña, obvio decir que estos elementos se han de limpiar cada vez que dejamos de tocar tanto por dentro como por fuera utilizando un pañuelo o una franela, para eliminar
la humedad, sobre todo de la caña.
Algunos consejos personales.-
1º.- Procurar familiarizarse con el funcionamiento del mecanismo del saxofón, para que no tengamos que ir al lutier para una cosa tan simple como poner una zapatilla, un corcho o reajustar del
Sib bis, por ejemplo.
2º.- Llevar siempre en el estuche cañas de repuesto, vaselina, corcho, un cutes y pegamento, para realizar pequeñas reparaciones en caso
de urgencia.
3º.- No usar para secar el tubo escobillo ni plumero, ni dejarlo dentro del tubo, porque mantienen la humedad y siempre dejan algún resto que puede entorpecer
el cierre de alguna zapatilla.
4º.- Para las manchas de óxido que aparecen en algunos saxofones tempranamente, algunos opinan que va muy bien frotarlas con una especie
de antioxidante casero que se puede hacer con un vaso de agua caliente, una pizca muy pequeña de bicarbonato sódico y unos granos de sal. Pero yo opino que para el óxido, lo mejor es evitarlo limpiando cada día la campana
y las parte visibles del saxofón con un paño impregnado con y unas gotitas de aceite que lo deja como nuevo.
5º.- Cuando dejamos de tocar, bien en los intermedios
de actuaciones o en los descansos, debemos apoyar el saxofón, si no hay atril, en un lugar plano y sobre el lado de las varillas (lado derecho) y no sobre
el lado izquierdo, como por desconocimiento hacen muchos saxofonistas, para evitar que se pueda lesionar la llave del Re agudo o el delicado mecanismo del dedo meñique de la mano izquierda.
6º.- Por último, no olvides guardar el instrumento en su estuche cada vez que termines de tocar, pues esto también alarga la vida y calidad del saxofón. Saludos.